Un viaje sin retorno

Tú y yo compramos un boleto ¡sin retorno! Emprender este viaje del evangelio fue una elección, decidimos tomar nuestra cruz y seguir a Cristo.

No veas lo que te falta

No veas lo que te falta, mira lo que sí tienes y da gracias. Aprendamos a ser agradecidos con lo que tenemos porque esto agrada a Dios.