¿Estás comprometido?

Seamos comprometidos a pesar de que el camino sea largo y la montaña alta, porque mientras permanezcamos en Dios, tendremos la victoria.
Un manantial del que brota vida eterna

Ni el dinero, ni los placeres, ni nada en este mundo puede, ni podrá saciar la sed en tu alma. Sólo Jesús te ofrece el agua que sacia tu sed ¡para siempre!