El fracaso (parte 2)

Levántate y ten en cuenta que el desaliento daña tu imagen, te evita cumplir tus responsabilidades y culpas a otros por tus fallas.

Dios me sostiene

¡Dios me sostiene!, cuando confiamos en Dios, todo puede suceder. Él oye la oración del justo y nada está fuera de su alcance.