Las personas que oraban por Pedro tuvieron una impresión errada de la intervención de Dios a causa de estar en la posición incorrecta; ellos estaban en posición de orar, mas no de recibir el milagro.
Hay una nueva generación de jóvenes sensibles al mover de Dios, pero también hay una generación madura que ha perdido la disposición a lo repentino, y eso no los ilustró hoy nuestro Pastor Joel, a través de la historia de Pedro al salir de la cárcel, en la cual nos fue llevando a una revelación del accionar de Dios en este tiempo.
Pero para ver esa manifestación de los milagros de Dios tenemos que saber que:
- Hay cosas que no van a cambiar al menos que haya una intervención sobrenatural de Dios.
- Hay milagros que van a empezar a suceder aunque nosotros no veamos evidencia de nada.
- Hay milagros que solamente son provocados por actos de obediencia.
- No debemos poner límite a lo que Dios puede hacer, hagamos lo que nos toca y dejemos que Dios haga su parte.
- Cuando oremos por milagros, tenemos que estar en posición de recibir uno.
Los “de repente” de Dios van a pasar siempre y cuando haya alguien sensible, y si tú lo puedes creer, entonces Dios lo puede hacer.
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