En medio del proceso, ora y alaba

Pablo y Silas, heridos gravemente por los azotes,  puestos en el calabozo más oscuro y sucio, con sus pies en el cepo, asegurados en una posición dolorosa, nos dan una lección del poder de adorar y orar a pesar de todo. Ellos oraban y cantaban himnos a Dios, y mientras lo hacían se liberó El poder del Señor; un terremoto sacudió la cárcel, sus cadenas cayeron y las puertas que los encerraban, se abrieron.

Así también sucederá contigo si a pesar de toda prueba que puedas estar pasando, en medio del dolor, de la adversidad, te puedas levantar en oración y alabanza a Dios. Ahí, en medio de tu adoración, su poder se manifestará en ti.

Que tu prueba no apague tu espíritu, el Señor quiere glorificarse en medio de tu dolor. No te entregues al lamento o a la queja, en medio del proceso, ¡ora y alaba!; el Señor te sorprenderá con su gran amor y fidelidad.

Nunca olvides que Él jamás abandonará la obra de sus manos, pon tu confianza en el Señor.