¿Haz experimentado relaciones tóxicas? No es fácil tener relaciones saludables, pero el ser humano fue diseñado para relacionarse, principalmente con Dios y de esa dependen las demás.

El tema de las relaciones tiene que ver con nuestras estructuras emocionales de vida que todos tenemos.

Pero, ¿Qué hace tóxica una relación?

Una persona puede ser tóxica cuando es más fuerte que tú emocionalmente en una emoción negativa. Cuando su malestar es más fuerte que tu bienestar. ¡Las heridas que no son sanadas se pueden volver tóxicas para nosotros!, haciendo que cuando entremos en contacto con alguien tengamos problemas.

Hoy tienes que atreverte a abrirle tu corazón al Espíritu Santo y decirle: “Espíritu Santo, rompe todo derecho legal que el diablo haya tomado dentro de mi corazón y que me esté robando la bendición de amar, perdonar y fortalecer la vida de los demás”

Los seres humanos somos en esencia y estamos ligados a tres relaciones simultáneas: con Dios, con nosotros mismos y con otros. 

La relación con Dios es la raíz, el origen de las demás relaciones, por eso, al restaurar nuestra relación con Él se va a generar un efecto de orden que impregna de sanidad las otras relaciones interpersonales.

Empecemos a sanar, ¡Rinde tu corazón al Espíritu Santo para que Dios sane tu relación con Él, la relación contigo mismo y con los demás!

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