Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo

Inicio » Entérate Online » Servicios » Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo

Entérate...

Los desafíos - Pastor Joel López

Los desafíos

Todos los desafíos que enfrentamos en nuestra vida tienen beneficios. Detrás de cada desafío está la mano de Dios para enseñarnos a confiar en Sus promesas.

Leer completo »

Mensajes...

La gloria de Dios - Pastor Joel López

La gloria de Dios

No aguardes a que las condiciones ideales se presenten, sino dedícate a buscar la gloria de Dios en todo momento y en cada situación.

Leer completo »

Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo

El Señor nos ha convocado a la consagración, dando el entendimiento para reflexionar hasta decir: debo vivir limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo
  • Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo - Líder Ysania Henríquez
  • Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo - Líder Ysania Henríquez
  • Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo - Líder Ysania Henríquez
  • Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo - Líder Ysania Henríquez
  • Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo - Líder Ysania Henríquez
  • Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo - Líder Ysania Henríquez
  • Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo - Líder Ysania Henríquez
  • Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo - Líder Ysania Henríquez
  • Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo - Líder Ysania Henríquez

. . .

Limpiando mi templo y morada del Espíritu Santo

El Señor nos ha convocado a la consagración, un camino que implica una lucha constante y pruebas diarias. Desde el instante en que reconocemos a Jesús como nuestro salvador, se nos otorga una autoridad divina y cedemos un derecho legal a Dios, eliminando cualquier derecho del enemigo y convirtiéndonos en agentes de Dios en la tierra.

Esta conciencia exige mayor atención a nuestras acciones y palabras, ya que el Espíritu Santo, que mora en nosotros, nos revela nuestros errores.

Marcos 16 nos enseña que hay señales que seguirán a los que creen: “En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”

Sin embargo, esta autoridad en Cristo tiene un costo: cerrar puertas. Todos estamos llamados a vivir en consagración y debemos alinearnos con el plan de Dios para evitar abrir puertas espirituales. Con la ayuda del Señor, ¡podemos lograrlo!

Las puertas pueden separarnos de las bendiciones o maldiciones, representan un límite entre dos mundos. A puerta cerrada, hacemos cosas que probablemente no haríamos frente a otros. Pero las puertas también son entradas para los demonios, que pasan a nuestra morada cuando las abrimos. Debemos comprender que nosotros mismos abrimos estas puertas espirituales en nuestros momentos de debilidad y agotamiento. Por eso, estamos llamados a cerrarlas y no dar lugar al diablo en nuestra vulnerabilidad.

Tenemos la autoridad para cerrar cada puerta abierta y debemos renovar nuestra mente a la mente de Cristo. Cada pequeña cosa que has permitido entrar son las que te han impedido ver las maravillas que el Señor tiene para tu vida.

Pide a Dios que te revele las puertas que has abierto por los pecados cometidos; que te limpie, te purifique y te permita soltar. ¡Su misericordia te alcanzará!

. . .