La iglesia que hace la diferencia será aquella que provoque transformación al postrarse de arrodillas delante de Dios.
En Juan 7:37 (RVR1960) ” En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.” Pareciera que el Señor le habla a un sector de la iglesia que busca incesantemente de Él.
¡Una iglesia con poder es la que le dice a Dios que tiene sed de Él! Y Él va a hacer que dentro de nosotros fluyan ríos de agua viva.
Nuestro Pastor Joel López nos enseña ciertos aspectos que harán despertar en la iglesia un mover del Espíritu como en el Pentecostés:
- Consagración.
- Ser una iglesia visionaria.
- Ser una iglesia de fe.
- Capacidad de acción.
- Ayuno y oración.
- Ser una iglesia que ame.
¡Iglesia! Rinde tus métodos, tus formas, tus pasos, tus decisiones a Dios, que sea Él trabajando en y con nosotros. Jesús nos dice hoy “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40)
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