Y yo me levanté... en ayuno y oración - Líder Georgina Honorín
Y yo me levanté…en ayuno y oración

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Devocional: Incienso agradable

Incienso agradable

Nuestro incienso agradable es anhelado por el Padre, mucho más de lo que nosotros le anhelamos a Él. Nuestro Padre siempre nos espera en el lugar íntimo.

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Y yo me levanté... en ayuno y oración - Líder Georgina Honorín
Las circunstancias y situaciones permitidas por Dios en nuestras vidas buscan un despertar y capacitarnos al punto que declaremos: Y yo me levanté…en ayuno y oración.

Y yo me levanté…en ayuno y oración

Las circunstancias y situaciones permitidas por Dios en nuestras vidas buscan un despertar y capacitarnos al punto que declaremos: Y yo me levanté…en ayuno y oración.

Todos tenemos acceso a Dios a través del ayuno y la oración, humillémonos delante del Señor y Él tendrá misericordia de nosotros.

Pero es importante soltar lo que nos desenfoca de nuestras prácticas espirituales. El ayuno y la oración son armas muy poderosas para la batalla (2 Crónicas 20:2-3,12)

Hay cosas que no venceremos en nuestra fuerza, pero el ayuno nos ayuda a:

  • Discernir la voluntad de Dios (Hechos 13:2)
  • Mostrarnos donde está nuestra confianza (Esdras 8:23 NTV)
  • Salir de nuestra zona de confort y levantarnos por otros (Nehemías 1:4 NTV)
  • Requerir prudencia y sabiduría para no hacer votos a la ligera (1 Samuel 14:24 PDT)
  • Reconocer que el resultado siempre será la voluntad de Dios (2 Samuel 12:16 RVC)
 

Tenemos que tomar la decisión de prepararnos para ayunar al comenzar y al finalizar para hacer las cosas de manera correcta y no darle rienda suelta a un deseo carnal.

Ayunemos sin religiosidad y con una actitud humilde; y al hacerlo correctamente se convierte en un acto que nos llevará a recibir valentía, gracia y favor de Dios.

Hay un llamado a nuestro corazón para hacer lo correcto y abstenerse de los pequeños placeres que hacen la diferencia.

Esforcémonos por tener un estilo de vida que agrade a Dios, sin buscar gloria ni satisfacer nuestras necesidades y beneficios.

¡Levántate en ayuno y oración! Y procura el cambio que solo viene de humillarnos delante del Señor.