Cuando oramos
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Hallar a Cristo, es hallar la Luz de la vida.
Hallar a Cristo, es hallar la Luz de la vida. Él es la Luz de los hombres. Todo aquel que se acerca a Jesús, será iluminado por su Amor y su Gracia.
Por su infinita misericordia
Nuestra vida tiene por delante, capítulos por ser escritos, nuevas oportunidades para hacerlo mejor, pero nunca olvidemos que es por su infinita misericordia
Incienso agradable
Nuestro incienso agradable es anhelado por el Padre, mucho más de lo que nosotros le anhelamos a Él. Nuestro Padre siempre nos espera en el lugar íntimo.
Cuando oramos
«No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos».
El mundo afirma que en momentos de crisis la oración no resuelve nada, y es verdad. La oración nunca resolverá los problemas. El objetivo de ella, es remitirlos a un ente Superior, no terrenal que pueda aplicar las medidas necesarias en el momento adecuado.
La oración es como levantar el teléfono y llamar a los bomberos en medio de un incendio; la llamada no apagará el incendio, pero activará un equipo especializado, que saldrá de inmediato para venir a socorrernos y extinguir las llamas.
Cuando oramos, aparentemente no resolvemos nada, pero en realidad hacemos mucho. La oración es dedicar nuestra mayor concentración en aquel que puede obrar de la manera eficaz sobre aquello que nosotros somos incapaces de resolver.
Cuando oramos, la paz de Dios llena nuestro corazón y hace brotar el agradecimiento, porque sabemos que hemos sido atendidos por el ente Superior celestial y nuestro caso está siendo atendido.
No nos preocupemos, más bien oremos con confianza.
¡La respuesta viene de camino y la manifestación de lo inesperado ha de ocurrir!
Toma un tiempo para orar
Padre amado gracias por esta palabra que me recuerda que no debo preocuparme por nada. Hoy pongo ante ti mi Dios a mi familia, matrimonio, hijos, salud, finanzas y cada área de mi vida, pidiéndote que obres en ellas de acuerdo a tu agradable, buena y perfecta voluntad. Gracias mi Señor Jesús porque se que estas obrando, gracias porque ya me diste la victoria, gracias por tu paz y por tu perfecto amor. Amén