Su trato especial se dejara ver
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Ahora no entiendes lo que estoy haciendo
Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero te dirijo a un lugar mejor, a una fe inquebrantable, a una voluntad firme para que cumplas tu propósito.
No temas delante de ellos
No temas delante de ellos, los gigantes nunca dejarán de hacer presencia en nuestras vidas. Ellos forman parte de nuestras más grandes victorias en Dios.
Una fe avivada por obras
Una fe avivada por obras debe hablar con amor y respeto; debe dar con manos abiertas; debe vestir al desnudo, dar a comer al hambriento, dar agua al sediento.
Su trato especial se dejara ver
«Entonces verán ustedes la diferencia entre el tratamiento que Dios proporciona a los buenos y a los malos, entre los que le respetan y viven de acuerdo a sus instrucciones y los que no lo hacen».
Entre tanto que caminamos y continuamos en pro de la fe, de vivir para Jesús y de seguir sus pasos, experimentamos vivencias únicas y particulares de aquellos que han decidido vivir consagrados para sus propósitos: ser sus discípulos.
Una vida que se niega a sí mismo, toma su cruz y sigue los pasos de Jesús, parece ser ahora más que nunca, una vida insípida a las ojos del mundo, sin sabor, aburrida y monótona, que vive a las sombras de la realidad, sin disfrute, sin logros, sin gloria, sin trofeos que exhibir, sin éxitos que mostrar, parece no encajar en la sociedad de hoy día y esto es correcto.
¡No encaja! no encajó antes y no encajará jamás, ya que no somos de este mundo. Jesús dijo: Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará (Mt 16:25).
Salvar la vida puede definirse, como tratar de vivir lo mejor de los dos mundos: un rato con Jesús y otro en el mundo. Un rato practicando la santidad y otro practicando pecado. Un tiempo practicando los principios de Dios y en otro tiempo practicando los principios de este mundo.
Debemos definirnos, a quién serviremos. Un principio que enseñó Jesús fue que no podíamos servir a dos señores. Nuestro corazón fue diseñado para amar a un sólo señor.
Siempre recordemos que nuestro paso por este mundo es temporal, nuestra verdadera vida será luego de esta vivencia actual, será en la eternidad. Aquí apenas nos preparamos para vivir en la eternidad. Es decir que lo que dictamos en esta vida terrenal, será escrito en la venidera vida eterna.
Cuando decidimos servir y seguir fielmente a Jesús, aunque esto nos cueste horrores, Él, cómo nuestro Señor, dejará ver una gran distinción a los ojos de este mundo corrupto y oscuro. Su trato especial se dejará ver cumpliéndose Salmos 23, y será nuestro Pastor y nada nos faltará.
Toma un tiempo para orar
Mi amado Jesús, hoy quiero pedirte perdón por todas las veces que te he fallado y he coqueteado con las cosas de este mundo. Me niego a mi mismo y te pido que me ayudes a tomar mi cruz y a seguirte. Hoy te declaro como el Señor de mi vida, te entrono en mi corazón y decido servirte solo a Ti. Renuncio a todo lo que en algún momento tomó Tu lugar en mi vida. Ayúdame a serte siempre fiel. Amén.