Por su infinita misericordia
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Hallar a Cristo, es hallar la Luz de la vida.
Hallar a Cristo, es hallar la Luz de la vida. Él es la Luz de los hombres. Todo aquel que se acerca a Jesús, será iluminado por su Amor y su Gracia.
Incienso agradable
Nuestro incienso agradable es anhelado por el Padre, mucho más de lo que nosotros le anhelamos a Él. Nuestro Padre siempre nos espera en el lugar íntimo.
Despiertos para aceptar su voluntad
¿Hoy estamos despiertos para aceptar su voluntad? O ¿estamos dormidos espiritualmente para rechazar su llamado?
Por su infinita misericordia
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
Todos somos pecadores, todos hemos fallado, todos le hemos ofendido. Nuestra vida ha fallado en decadencia por el pecado. Hemos caminado en pro de nuestras maldades y le hemos dado la espalda a su amor inagotable, pero sus misericordias nunca han decaído.
Por nuestras maldades debimos haber sido consumidos. La paga de nuestro pecado era la muerte, pero en su misericordia infinita nunca se nos pagó según merecíamos, siempre se nos amó como no merecíamos.
Cuando debímos recibir muerte, se nos otorgó vida. Debiendo haber recibido condenación, se nos dio perdón. Debiendo haber sido castigados, fuimos reconciliados. ¿Pero por qué esto sucedió así? Porque sus misericordias nunca han decaído.
Solo aquel Amor eterno, vino a la tierra encarnado, y con misión de misericordia. Dejando su trono alto y justo, sentó una silla muy baja para ser juzgado. Siendo inocente, se le atribuyó todo nuestro pecado, enfermedad y maldad, lo que le otorgó la culpa.
Habiéndo vestido de santidad en el reino, ahora cambiaba sus vestiduras por vestido de inmundicia. Esto fue hecho por él, porque nos amó, su misericordia se propició para darnos vida, vida eterna y vida en abundancia.
¿Deberíamos estar hoy vivos? ¿Deberíamos estar junto a la familia que hoy tenemos? ¿Deberíamos tener todo lo que hoy tenemos? Cómo es que, este Amor encarnado, nuestro Señor Jesucristo, nos brindó tanto sin nosotros dar nada a cambio. Solo por amor, solo por misericordia.
Todo siempre se ha tratado de él, nunca de nosotros. Si fuera por nosotros, la historia hubiera terminado unos cuantos capítulos atrás. Pero como es por él, ahora es que nuestra vida tiene por delante, capítulos por ser escritos, nuevas oportunidades para hacerlo mejor, mas agradable para él, más diligente, con mejor mayordomía, pero para nunca olvidar que solo es por su infinita misericordia.
Toma un tiempo para orar
Mi amado Jesús, hoy solo quiero darte gracias. Gracias por tu infinito amor que te llevó a cargar con todos mis pecados y morir por mí. Gracias por tu misericordia que me perdona cada día. Gracias por hacerme coheredero del reino de los cielos. Gracias porque me has dado mucho más de lo que merezco. Gracias porque sin ti nada soy. Tú eres mi paz, mi refugio, mi roca firme, mi Dios en quien confío y por eso te amo. Amén.