«Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca.»
Juan 15:16 | Dios Habla Hoy
La perspectiva de saber que Jesús fue quien nos escogió y no que nosotros lo escogimos a Él, nos debe hacer comprender tres cosas: valor, propósito y verdad.
Valor: fuiste intencionalmente formado, único y especial. Tus talentos, dones, ideas, el fruto de tu vida es un aporte a su Reino, para motivar a alguien, generar esperanza, vivificar la fe de otros.
Propósito: formas parte de un plan divino. Tu vida tiene sentido, dirección, fuerza, intencionalidad celestial. Todo este conjunto de cosas le da propósito a quién eres tú en el mundo de hoy.
Verdad: Él te escogió, te dirige, te enseña, te direcciona. Él es la fuente de tu llamado y el que produce el fruto a través ti, por eso darás fruto permanente y duradero, por Él.
Él te escogió, no fuiste tú. Sigue adelante y no renuncies. ¡Jesús te usará con poder!
Haz esta oración
Amado Padre, úsame con todo tu esplendor. Que mi humanidad, que fue escogida con propósito y para este tiempo, sea llena de tu verdad. Quita los límites de mi vida, dame el poder del escogido. Amén
Amado padre celestial como soy tu escogida ayúdame a ser una evidencia de Cristo porque soy una nueva persona en Cristo Jesús amén amén amén amen amen amen amen amen amen amen amen