«Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.»
Proverbios 23:22 | Reina Valera 1960
Nuestros padres son una autoridad puesta por Dios en nuestras vidas, el honrarlos es un mandato directo de Él y aunque en ocasiones no validemos su proceder en nuestra crianza, aún así debemos amarlos y respetarlos.
¿Queremos una vida llena de bienestar y disfrutar de larga vida? Honrar a nuestros padres es el mandamiento que desata estos beneficios, el primer mandamiento con promesa.
Oremos por nuestros padres, seamos agradecidos por lo mucho o lo poco que nos dieron, están dando o nos darán. Dediquemos tiempo para oírlos e involucrarlos en nuestra vida, apoyemos sus propósitos.
Esto definitivamente quedará escrito en la mente de Dios por siempre.
Haz esta oración
Señor, gracias por los padres que me diste, perdóname si les he faltado el respeto, hoy perdono sus errores. Gracias, Dios, porque tu amor me enseña a ser cada día mejor, tú me llevas por sendas de paz. Amén.
Soberano Dios gracias infinitas gracias por los padres maravillosos que me distes gracias porque he recibido de ellos lo mejor que me han podido dar bendigo a mis padres hoy y siempre y aunque mi papá ya no está en esta tierra lo llevo en mi corazón y a mi madre la honro y valoro siempre te pido que me le des larga vida para darle a mi mamá todo lo bueno que ella se merece gracias por mis padres amén amén amén amén amén amén amén amén