«Espera al Señor; él acudirá. Sé valiente, resuelto y animoso. Sí; espera, y él te ayudará».
Salmo 27:14 | Nueva Biblia Viva
Esperar nunca ha sido fácil, mucho menos en los tiempos que vivimos, donde todo se quiere casi de inmediato. Lamentablemente los tiempos de Dios no se amoldan a las exigencias humanas.
Cuando esperamos en Dios estamos decidiendo soltar nuestras ansiedades y preocupaciones, estamos dejando nuestros planes a un lado para decirle: Señor, confío en lo que tú harás.
Esto no es tomar una posición pasiva, ¡No! Debemos hacer nuestra parte natural, y Él hará lo sobrenatural, en su debido tiempo.
En Dios tenemos la plena convicción de que nuestra espera será correspondida, nuestra espera nunca será en vano.
Cuando confiamos y decidimos esperar en Dios, le estamos honrando y Él honra a los que le honran. Esperar en el Señor es de valientes, porque estamos esperando en un algo desconocido a nuestros sentidos, pero conocido para el Todopoderoso.
Así que, anímate, gózate porque ¡Él te ayudará, obrará y cumplirá su palabra en ti!
Haz esta oración
Amado Padre, hoy deposito mi confianza plena en ti. Espero en tu soberanía y me alineo a tu voluntad, suelto mis cargas a tus pies y confío en lo que tú harás. En el nombre de Jesús, amén
Padre celestial hoy te entrego todas mis cargas ansiedades y preocupación se que tú obras con poder sigo esperando tu tiempo que es mejor que el mío veo tus promesas cumplidas en mi vida en el nombre de Jesús amén