«Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso. Declaro lo siguiente acerca del Señor: «Solo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío»».
Salmos 91:1-2 | Nueva Traducción Viviente
Una de las características de la lluvia es que ella puede ser, dependiendo de la afluencia de nubes, una llovizna o un torrencial. Ella puede durar unos minutos o puede durar horas, el resultado final es que, en la llovizna las nubes se disipan con prontitud, pero en el torrencial las nubes se intensifican más y más.
Diariamente solemos enfrentarnos a situaciones que podríamos comparar con las «lloviznas» y otras con los «torrenciales».
Podríamos denominar «lloviznas» a las responsabilidades, trabajo, etc. Al otro grupo, «torrenciales» podemos llamarles problemas familiares, económicos, de salud, crisis en el matrimonio, etc.
Sea llovizna o torrencial, nuestro amado Dios siempre nos cubre como un paraguas. Su amor, fidelidad y bondad, día a día, están sobre nosotros, nos protege y nos da fe y fuerzas para vivir, un día a la vez.
Haz esta oración
Señor amado, rindo mi corazón hoy, decido habitar bajo tu amor y protección, tú eres mi paraguas, tú me cubres cada día y me guardas en medio de los torrenciales de la vida, amén.
Amén 🙏❤️