La verdadera fe

«Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras».

Santiago 2:18 | Reina-Valera 1960

¿Cuál es la fe que demostramos a otros? ¿La de palabras o la de acción?

Muchos hemos hablado de forma elocuente lo que significa la fe, pero esto no ha garantizado ver la manifestación de Dios en nuestras vidas.

Otros, hemos tenido muy poco conocimiento de lo que puede significar la fe, pero creyendo que Dios nos ha hablado, le hemos puesto piernas a esa palabra y hemos echado a andar esa fe, viendo como resultado final, lo que el Señor ha prometido.

El apóstol hizo uso del verbo «mostrar», y lo hizo para ilustrar la manera en que nuestra fe puede afectar a otros; solo otras personas podrán creer en el Señor a través de las muestras de tu fe.

Nadie podrá creer a través de tu fe, hasta que tu fe pase de las palabras a la acción. Lo que oyes de tu Señor, su Palabra, es «un depósito» de Él para impulsar tu vida a «dar pasos» que marquen tu destino e influyan en el destino de otros.

Al leer Hebreos 11 encontraremos a hombres y mujeres que escucharon a Dios, le creyeron y se pusieron en acción. Si has escuchado a Dios hablarte, ¡cree y acciona!

Haz esta oración

Padre, ayúdame en mi incredulidad y perdóname cuando limito tu Palabra por mis circunstancias. Hoy te pido que desarrolles en mí, el creer acompañado del accionar, que no se base en palabras, sino en acciones de fe, porque para el que cree todo le es posible. En el nombre de Jesús, amén.