«—Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo? —Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.»
Hechos 16:30-31 | Nueva Versión Internacional
Se cuenta la historia de un hombre, un carcelero de profesión, que estando en su horario de trabajo a la medianoche, se encontraba durmiendo. Este fue sorprendido por un terremoto que sacudió todo el lugar donde estaba, fue tan fuerte que las celdas de los presos se abrieron.
Lleno de miedo, angustiado y viendo que las puertas de todos los presos estaban abiertas, pensó que había fracasado en su tarea, y con la idea de que todos habían escapado, buscó quitarse la vida.
—¡No lo hagas! —Se escuchó desde una de las celdas en el fondo. De nuevo, aquella voz replicó—: Nadie se ha escapado, todos estamos aquí.
Al escuchar esto, el carcelero se detuvo, encendió una antorcha y se acercó a aquella celda. Muy conmovido, reconoció a aquel hombre que le había hablado; era de Pablo, el apóstol.
Echándose a los pies del apóstol preguntó: —¿Qué tengo que hacer para ser salvo? —A lo que le contestaron —Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu familia.
Este hombre, atravesando un momento difícil, lleno de miedo e incertidumbre, en un episodio muy oscuro y a punto de quitarse la vida, dio un paso de fe: escuchó al hombre de Dios, recibió a Jesús en su vida y esto no solo lo alcanzó a él, también alcanzó a su familia.
¿Estás atravesando un momento oscuro en tu vida? ¿Hay una voz de parte de Dios cerca de ti? Si la estás escuchando, Dios quiere guiarte en este momento a poner tu confianza en Jesús.
Jesús es especialista en obrar en nuestras vidas en momentos oscuros, difíciles e incomprensibles. Él ha estado siempre a tu lado. Quiere sacar todo temor, miedo y angustia de tu corazón, llenarlo de algo llamado Paz verdadera, y así guiarte a la salida.
Como el carcelero, no te aferres al miedo, a la incertidumbre o la oscuridad, más bien dale paso a aquel que es la luz: Jesús.
Haz esta oración
Señor, hoy quiero rendirme a tus pies, este episodio de mi vida no puedo entenderlo, pero quiero descansar en ti. Te pido me llenes de tu paz. Quiero confiar más en Jesús hoy. Quiero ver tu luz en medio de la oscuridad. Por sobre todo quiero que me salves y salves a mi familia. Sé mi mejor amigo, Jesús. Te amo. Amén
¡Hola! Ya yo llevo algún tiempo asistiendo al templo, de manera esporádica… Últimamente, a raíz de la muerte de mi mamá, he asistido con más frecuencia. Este devocional me lo envió mi cuñada (Crisel Adans) que, ella ha estado más involucrada con las actividades de la iglesia. ¡¡¡Por favor!!!, me gustaría que los devocionales me llegaran a mi celular (éste está en la lista de personas que se anotaron para bautizarse… el señor que me atendió lo escribió en bolígrafo). ¡Gracias!
Cuan precioso es poder ser edificado atraves de cada palabra ministrara en estos devocionales