«Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!».
2 Corintios 5:17 | Nueva Versión Internacional
Al conocer a Jesús, podemos experimentar cosas hermosas, únicas, con un valor sin igual. Él es una fuente de vida.
Es posible que antes de tener un encuentro con él, hayan pasado muchas cosas en nuestra vida, tanto buenas como malas, y es muy probable que la balanza se incline hacia las cosas malas: desamores, traiciones, fracasos, frustración, heridas, caídas, dolor y pare de contar.
Pero Jesús está aquí para hacer todo nuevo. Cuando Él se propuso llegar a tu vida lo hizo con algo muy claro en mente: hacerte nueva persona.
Jesús no podrá borrar los hechos del pasado, pero podrá sanar las heridas, el dolor, todo mal sentimiento que puedas tener hasta ahora en tu corazón y tu alma. El Señor vino para decirte: las cosas viejas pasaron, hago todo nuevo.
Es algo muy poco entendible, pero lo cierto es que Él puede hacer eso y mucho más. Tu tarea es abrir tu corazón de par en par, a tu ritmo y sin temor, Él es un caballero y está dispuesto a ir al paso que tú le permitas. Él quiere limpiar tu corazón de aquello que produce miedo, temor, inseguridad, de aquello que es deshonroso quizás, para comenzar un nuevo camino de confianza, alegría, paz, pureza y honra.
¿Crees que hay en tu corazón cosas del pasado que causan o producen algo en ti que trae dolor, miedo u otro mal sentimiento? Si te dieran la oportunidad de cambiar eso en tu corazón por todo lo contrario: paz, libertad, pureza… ¿Lo cambiarías?
Tú le has dado la oportunidad a Jesús de entrar en tu vida. Si hay algo que Él toma seriamente es estar sentado en el trono de tu corazón, por eso está comprometido contigo en darte los mejores días de tu vida a partir de ahora.
Las cosas viejas pasaron, y él ha comenzado a sanar ese pasado. Las cosas nuevas han llegado, y pronto han de manifestarse.
Créelo y continúa paso a paso, día a día.
Haz esta oración
Jesús, te doy gracias por llegar a mi vida. Solo tú conoces mi pasado, las cosas que me marcaron y que hicieron de mí la persona que soy hoy. Quiero pedirte perdón por las cosas que hice que te ofendieron. Perdona mis faltas, pero también quiero pedirte que sanes mi pasado. Quiero ver esas cosas nuevas en mi vida, vivir en paz, confianza y todo lo nuevo que tú me das. Quiero ser una persona nueva así como tú lo dices. Gracias Jesús, te amo. Amén