Huele a traición

«Al anochecer, Jesús se sentó a la mesa con los Doce. Mientras comían, les dijo: —Les digo la verdad, uno de ustedes me traicionará».

Mateo 26:21 | Nueva Traducción Viviente

Imagina estar en una cena especial, amigos, risas, cuentos y en medio de ese momento tan acogedor, saber que entre ellos hay alguien tramando un accionar incorrecto. Ya la cosa no es tan alegre, huele a traición, a dolor y situaciones incómodas.

Pues Jesús, en una mesa con sus discípulos, pasó por algo así y tuvo que reconocer que uno de ellos le traicionaría. Una verdad que cambió la atmósfera.

¿Qué harías en ese caso? ¿Confrontar, señalar, dejarlo en evidencia? En la lectura de este pasaje completo, podemos aprender de Jesús tres acciones poderosas: cerrar el tema, ignorar y continuar.

Con sabiduría e inteligencia calló a Judas y continuó con lo que fue a hacer ahí, enseñarles a tomar la Santa Cena.

De Jesús admira ese temple, su serenidad al verse cara a cara con un traidor y seguir haciéndolo partícipe de algo especial.

De Jesús aprende a seguir avanzando en tu propósito porque esas situaciones impulsan tu destino.

De Jesús imita que aun sabiendo todo lo que venía, no dejó de enseñar, compartir y adorar.

Es tiempo de ser más como Jesús, que oliendo la traición y viéndola servida en la mesa, la apartó y puso sus ojos en lo bueno, agradable y perfecto que viene del cielo.

Haz esta oración

Señor Jesús, hoy decido poner mi mirada en ti, en lo que tienes para mí, en tus enseñanzas y correcciones. Dame de esa templanza, determinación y amor por hacer lo que me has mandando a hacer aun viendo situaciones contrarias que me duelen. Quiero ser más como tú. Amén.