Benjamín, el hijo más preciado de Jacob, representaba su felicidad y confianza; sin embargo, la esposa de Jacob, al dar a luz a Benjamín, falleció.

A veces, las bendiciones tienen un precio muy alto, como lo fue la muerte de la esposa de Jacob luego de dar a luz a su hijo, y esos pequeños sucesos nos pueden llevar a aferrarnos a aquella fortuna, porque nos ha costado tanto obtenerla.

Y en algún momento, nuestros sentimientos se salen de control y le damos la exaltación que solo Dios se merece a esa bendición “indispensable” en nuestras vidas, a tu Benjamín.

De este tema nos habló el predicador de este jueves, Paul Swaby, quien nos explicaba que debemos aprender a soltar a nuestro Benjamín, pues, ya cumplió su ciclo y Dios quiere derramar bendiciones nuevas en nuestras vidas.

Dios quiere traer bendiciones innovadoras a la vida de cada creyente, pero debemos desarraigar las ataduras que nos sostienen a las viejas fortunas.

¿Qué es lo mejor que tienes de ti mismo? ¿Tiempo, dinero, bienes? Jesucristo hoy te lo está pidiendo, toma la decisión de ser procesado por Dios, porque solo así, buscándolo a Él, te van a alcanzar las bendiciones.

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