«Se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a sentirse triste y angustiado. Es tal la angustia que me invade, que me siento morir —les dijo—. Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo».
Mateo 26:37-38 | Nueva Versión Internacional
Todos en algún momento de nuestra vida pasamos por debilidades, tristezas y angustia, pero a diferencia de lo primero que podemos pensar, estas son etapas de madurez y crecimiento espiritual, que nos sacan del estilo de vida rutinario y nos hacen llevar a la práctica nuestras creencias cristianas.
En el momento más fuerte de Jesús, se rodeó de sus amigos cercanos con sinceridad y amor, y luego se apoyó en ellos en oración.
Cuando expresamos nuestras debilidades, demostramos que no somos perfectos, sino que dependemos y necesitamos de Dios, pero también de respaldo en oración, si todos los días es necesario fortalecer nuestro espíritu, mucho más en situaciones de debilidad.
Por muy difícil que sea la situación, siempre debemos aceptar y pedir que se haga la voluntad de Dios, porque si al comienzo puede parecer una dura prueba, debemos estar seguros que Dios cumplirá sus planes, nos fortalecerá en todo momento.
Haz esta oración
Dios, gracias por estar presente en mi vida en todo momento. Perdona mis dudas en los momentos de debilidad y enséñame a confiar en tu buena voluntad. Tú eres mi paz, en ti está mi confianza y no temo al futuro porque tú me guardas. Amén
Amén. Gracias Padre por renovarme y fortalecerme con tus fuerzas y permitirme experimentar tu plenitud en medio de mis debilidades. Te pido que me enseñes a confiar en ti y no temer , ya que en tus manos mi futuro está garantizado , en el nombre de Jesús 🙇 🔥 🙌