«Si no somos fieles, él se mantiene fiel a nosotros, porque no puede faltar a su promesa».
2 Timoteo 2:13 | Nueva Biblia Viva
El pecado ha sido uno de los grandes males que ha causado estragos en la humanidad, desde el Edén hasta el día de hoy, y hasta que venga el reinado de Jesús en el nuevo tiempo, el pecado continuará haciendo lo mismo.
Sufrimiento, angustia, dolor, muerte son algunas de las consecuencias del pecado, en otras palabras, las consecuencias de seguir el camino que lleva a la puerta ancha.
Dios, en su infinita misericordia, nos ha demostrado de muchas formas y maneras su inmenso amor, pero la forma más evidente y de mayor peso, fue el sacrificio de su hijo, nuestro Señor Jesús, en la cruz del Calvario; a través de ese sacrificio el Padre nos expresa con gran significado, que aunque Él sabe que fallamos, nos sigue amando y desea que siempre vengamos ante su presencia con corazones humillados en total rendición a Él.
Aunque hayas fallado, acércate a Su presencia; Él quiere demostrarte su amor y perdón.
Haz esta oración
Amado Padre, gracias por demostrarme tu amor y fidelidad, gracias por exhortarme a seguir adelante, en ti mi alma esta guardada y aunque el pecado quiera tocar a la puerta de mi corazón, siempre estaré seguro en ti, mi guardador, amén.
