«Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios».
Rut 1:16 | Nueva Traducción Viviente
La Biblia narra la historia de Noemí, una mujer que sufrió la desdicha de enviudar y perder a sus dos hijos; todo esto en un tiempo muy corto, lo que provocó que ella quedara desamparada, en una tierra lejana y junto a sus dos nueras. Ante esta trágica situación, una de sus nueras, Orfa, decidió abandonarla y partió en busca de nuevas oportunidades; pero su otro nuera, Rut, a pesar de las dificultades, se mantuvo fiel y a su lado. La fidelidad de Rut trajo bendición a su vida.
Asimismo pasa con nuestra fe, mantenernos firmes en ella, en medio de las dificultades, es un acto de sumisión y lealtad. En esos momentos es cuando más nos vemos tentados a renunciar, a abandonar lo que Dios nos ha entregado: el propósito, nuestro llamado, la familia, el matrimonio, el hogar, etc.
Por más difícil que sea el escenario, Dios siempre tiene el control. Antes de abandonar lo que el Señor te entregó, confía en su Palabra y en que sus planes son mejores, aunque contemplan el trago amargo del momento difícil, también conllevan el gozo de la victoria venidera. ¡No renuncies!
Haz esta oración
¡Tú eres mi paz, Amado Señor! Renueva mis fuerzas cada mañana y ayúdame a caminar en obediencia, a pesar de las adversidades. Confío que todo ocurre con un propósito. Y tú, Padre, jamás dejas a ningún justo desamparado. Amén.
gracias señor por esta palabra maravillosa que llego a mi alma que tanto nesecitaba .bendigo grandemente a esta iglesia a los pastores y a todo ese equipo humano por todo lo que hacen que dios los bendiga grandemente