Dios quiere entrar a tu casa y podar tus relaciones para tener el camino despejado y cumplir su propósito en tu vida. Aquí estoy, Señor, es lo que debemos decir.
En Lucas 19:2-9 se relata la historia de Zaqueo, un hombre rico y recolector de impuestos de los romanos. Zaqueo, al escuchar que Jesús pasaba por Jericó, subió a un árbol para verlo. El Señor lo vio y le dijo «Date prisa, desciende, porque es necesario que pose yo en tu casa», luego Zaqueo se comprometió a dar a los pobres y restituir a quienes había defraudado.
Este hombre presentó tres obstáculos para acercarse al Señor:
- Su trabajo.
- La cantidad de dinero que él manejaba.
- El otro señor al cual Zaqueo servía.
¡Si escuchas hoy la voz de Dios, no endurezcas tu corazón, dile a Él: «Aquí estoy, Señor!» Si Dios te está levantando a predicar el evangelio y bendecir a otros, puedes estar seguro que Él te va a sustentar en todo lo que necesites.
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