Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Marcos 12:30 Reina Valera
Si algo nos enseña esta porción es que Dios no quiere nuestro amor por partes, Él quiere que te ocupes en buscar su Reino y todo lo demás vendrá por añadidura.
Pero ¿Cómo amamos a Dios con todo el corazón?
La Biblia nos muestra que la naturaleza de nuestro corazón es ser “engañoso”, por eso tiene que ser transformado a tal punto que en el centro de él esté Dios y todo lo que emane de nuestro corazón gire entorno a Él, pero para obtener un corazón humilde necesario es anhelar y buscar la gloria de Dios.
¿Cómo amamos a Dios con toda el alma?
Es tu responsabilidad controlar tus emociones, el alma es un centro de sentimientos y emociones: los sentimientos están ligados a la historia de la vida; las emociones están más ligadas al corazón. Empéñate, cada día, en llenarte de Dios y ser santo en todos los aspectos.
¿Cómo amamos a Dios con toda la mente?
La mente es nuestro entendimiento, un campo de batalla que hay que aprender a controlar. Dios nos ha dado la capacidad de pensar, razonar y discernir cada situación que enfrentamos en la cotidianidad. Para amar a Dios con nuestro entendimiento es necesario conectarse con él todos los días, no puede haber transformación si no hay renovación de nuestra mente.
¿Cómo amamos a Dios con todas las fuerzas?
Fuerzas se traduce en determinación, determínate a obedecer, honrar, perseverar. Debemos aprender a combatir con fuerzas nuestras pasiones y deseos que nos hacen desviar y nos despojan de la gracia de disfrutar de la bendición de Dios.
Hay que quitarse el viejo hombre y darle gobierno al Señor en nuestros corazones, almas y mentes, para así ser renovado por el poder de la Palabra y comprobar su voluntad que es buena, agradable y perfecta.
. . .
Disfruta de este servicio completo a continuación…
¿No puedes verlo? Entra en el siguiente vínculo https://youtu.be/JVEtQquSaak o haciendo click en el siguiente botón