Dios necesita que te levantes del hueco donde te encuentras.

Hay temporadas específicas que Dios decide irrumpir, y no será nuestra vista la que va a determinar nuestro futuro, es Dios.

En nuestro peor momento, donde sentimos más frustración, el Señor te abre puertas, pero tenemos que estar conscientes de que debemos volver a empezar y que Dios es el que nos ayuda. Mantente firme en la puerta que Dios abra, ora y lee su Palabra para que estés seguro de que Él es el que te está hablando.

¿Cuál es la bendición que hoy estás esperando? Pues para ella ya hay una puerta abierta que te está esperando y tiene una orden de no cerrarse. ¡La bendición que tú necesitas, a partir de hoy, corre a ti!

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