¿Cuántos queremos tener un crecimiento integral, ser bendecidos y remontar como las águilas ante los problemas? Para lograrlo solo se necesita ser obediente.

Cuando entendemos que la obediencia es la principal puerta para acceder a toda clase de bendiciones, somos capaces de romper cualquier ciclo de desobediencia y vivir alineados a Dios.

Para llegar a esto, tenemos que decidir y atrevernos a trabajar para alcanzarlo, porque no viene de manera innata, sino que es algo que nosotros vamos desarrollando en la medida que crecemos en nuestra vida cristiana.

Obedezcamos en primer lugar al Señor y a cada autoridad puesta por Él en la tierra, porque  es allí donde las bendiciones de Dios comenzarán a desatarse en tu vida.

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