El pan de los hijos es la liberación espiritual y ¡Donde está el Espíritu de Dios hay libertad!

Cuando nosotros aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, automáticamente nos convertimos en soldados del Reino de Dios con los que Él puede confiar para activar, desatar y manifestar su poder.

No todos los soldados de Cristo tenemos el mismo llamado. Hay tres áreas de trabajo relacionadas entre sí que desarrolla el pueblo de Dios dentro del mundo espiritual: Intercesión, liberación y guerra espiritual estratégica. En estas áreas es donde los dones del Espíritu Santo son expuestos en su máxima expresión.

Como iglesia, vamos a presentar ataques y es necesario desnudar algunos en esta palabra para identificarlos y pelear contra ellos con el poder del Espíritu Santo:

1. Espíritu de división: Busca levantar argumentos contra la iglesia de Dios para no haya unión en ella.
2. Espíritu del legalismo o de la esclavitud: desarrolla la idea que el hombre puede santificar a las personas dejando de lado al Dios que realmente santifica.
3. Espíritu de Judas: Fomenta la infidelidad y traición dentro de nuestras congregaciones.
4. Espíritu de Jezabel: Utiliza la seducción, atracción sexual y adulación para manipular a las cabezas de la iglesia, ministerios familias, etc.
5. Espíritu de Absalón: Provoca rebelión, causa caos dentro de la congregación.
6. Espíritu de muerte: Tiene que ver con el conformismo y la sequedad espiritual.
7. Espíritu de humanismo: Hace creer que Dios y su Palabra no son necesarios, que los hombres pueden lograr las cosas por su propia fuerza.
8. Espíritu de religiosidad: Se opone a todo lo que es del Espíritu.

Hay mucha guerra y opresión y hay un trabajo satánico estratégico desatado contra tu casa, familia y contra ti, ¡pero el Señor te va a dar la victoria!