«Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes».

1 Pedro 5:7 | Nueva Traducción Viviente

Constantemente los seres humanos tienen preocupaciones, viven presiones, están llenos de ansiedades y aflicciones.

Luchan a diario con diferentes problemas y eso los conlleva a tener molestias, pensamientos incorrectos y malas actitudes.

En medio de las dificultades a veces se llenan de fe, pero otros días se sienten desesperanzados.

¿Te has preguntado qué debes hacer en esos días cuando parece que no hoy solución? La respuesta es: espera.

Ten paciencia, deja que Dios se encargue y reconoce que necesitas de su ayuda, porque lo que es difícil para el hombre, es posible para Dios.

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Señor Jesús, quiero dejar que tú te encargues de mis preocupaciones, problemas y angustias porque solo no puedo. Reconozco que te necesito. Solo tú puedes darme la mejor solución para mi situación. Amén.

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Amén.