Tener el corazón de Ananías, es tener un corazón ferviente por la relación y obediencia a Dios, sin importar los desafíos o nuestros propios temores, es el camino para ser verdaderos portadores de Su mensaje de arrepentimiento y amor incondicional a aquellos que lo necesitan.
La historia de Ananías, corta pero relevante, no es ajena a las realidades contemporáneas con situaciones que nos pasan o oportunidades que el Señor nos presenta, en las cuales obviamos compartir el Evangelio a personas y que los prejuicios mentales impiden hacerlo.
Podemos identificar 4 fundamentos interesantes en el libro de Hechos sobre lo que implica tener “El corazón de Ananías”
- Tiene un corazón con una genuina relación con Dios.
- Tiene un corazón valiente.
- Otorga un corazón de perdón
- Es un corazón genuinamente interesado por los demás.
Ananías, cuyo nombre significa «Dios benevolente», nos enseña que un corazón genuinamente conectado con Dios es valiente, capaz de perdonar y está sinceramente interesado en el bienestar de los demás.
Su ejemplo nos recuerda que la prioridad no es el servicio en sí, sino la profundidad de nuestra relación con el Señor, cultivada a través de la oración y la adoración.
Seamos esos que predican y son instrumentos de transformación, despojémonos de nuestros juicios y extendamos la gracia y el amor de Dios incluso a aquellos que nos resultan difíciles de alcanzar.
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