¡Las puertas de nuestro Edificio Infantil ya están abiertas! Cada martes y domingo, este espacio se transforma en un vibrante centro lleno de vida, risas y aprendizaje, donde acogemos cálidamente a nuestros niños. En este ambiente cuidadosamente diseñado, los pequeños tienen la oportunidad de crecer en su fe, desarrollar sus talentos innatos y fortalecer las amistades que construirán para toda la vida.

Cada actividad, ya sea un taller de arte, una clase de música o una sesión de juegos al aire libre, está pensada para fomentar no solo el conocimiento académico, sino también el desarrollo emocional y social de cada niño.

Este es solo el comienzo de nuestra ambiciosa misión. Aún hay mucho por construir, por equipar y por soñar, y estamos convencidos de que con amor, esfuerzo y una visión compartida, este lugar se convertirá en un hogar idóneo para cada niño que lo habite.

Imaginamos un futuro donde podamos ofrecer aún más recursos, como bibliotecas, áreas recreativas, y programas de mentoría que sirvan de soporte para el crecimiento integral de nuestros pequeños.

Hoy, en este momento significativo, damos gracias, primero a Dios, por permitirnos avanzar en esta hermosa visión, y también a cada sembrador que ha depositado su confianza y esfuerzo en esta causa, haciendo posible este sueño.

Cada donación, cada gesto de amor y cada palabra de aliento cuentan, y son la base sobre la cual estamos edificando. Sigamos sumando, sigamos creyendo en el potencial de nuestros niños y en la fuerza de nuestra comunidad. ¡Edifiquemos juntos este lugar que será un faro de luz y esperanza para todos!

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