Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero te dirijo a un lugar mejor, a una fe inquebrantable, a una voluntad firme para que cumplas tu propósito.
No temas delante de ellos, los gigantes nunca dejarán de hacer presencia en nuestras vidas. Ellos forman parte de nuestras más grandes victorias en Dios.
Una fe avivada por obras debe hablar con amor y respeto; debe dar con manos abiertas; debe vestir al desnudo, dar a comer al hambriento, dar agua al sediento.
Nuestro anhelo como padres debe ser querer ser mejores cada día y así poder ejercer una paternidad afectiva y responsable
Dios es nuestro mejor ejemplo de un padre que no se rinde, Él nos ama incondicionalmente y sus promesas están a disposición de sus hijos.
Un padre que ejerce sacerdocio es un compromiso es solamente personal, sino con tus generaciones. Todo parte de Jesús; Él es nuestro Rey y Sumo Sacerdote.
En este día tan especial, también nos unimos en gratitud y respeto, en un tiempo de honra a los padres, aquellos que nos han guiado y cuidado con amor paternal.
El poder del padre que ora. ¡Alerta, guerreros en constante batalla! La oración de un padre, puede marcar una diferencia significativa en sus descendencias
