Santificando mi casa

Compartir

Entérate...

Devocional: Incienso agradable

Incienso agradable

Nuestro incienso agradable es anhelado por el Padre, mucho más de lo que nosotros le anhelamos a Él. Nuestro Padre siempre nos espera en el lugar íntimo.

Leer completo »
Santificando mi casa - Pastor Daniel Arocha
Si conocemos a Jesús, entonces tenemos como prioridad ser luz para nuestra familia. Nuestro lema debe ser: Viviré santificando mi casa

Santificando mi casa

La calidad de una sociedad depende de la familia que la constituye, y la calidad de una iglesia depende de la calidad de las familias que la forman 🔥.

Estamos llamados a establecer el Reino de Dios, y esto debe comenzar en nosotros mismos; el Señor nos permite ver señales espirituales, así como en el antiguo testamento, que nos indican cómo están funcionando las cosas en nuestra “casa”, y para profundizar en esto podemos leer Levítico 14:32 en adelante, donde vemos cómo los sacerdotes examinaban las casas para tomar medidas contra las plagas. Esto se puede aplicar a nuestras vidas hoy: debemos entrar a esta temporada con nuestro hogar libre de plagas.

Como nuevas criaturas en Cristo, debemos santificar nuestro hogar y remover toda plaga con la presencia de Dios. Identifícalas y mantente atento a la revelación para entregarlas en el altar de Dios. Por eso, el Pastor Daniel Arocha nos deja algunos consejos para arrancar esa lepra o plaga de tu casa:

  • Tener la visión correcta de Dios: Él es más grande que cualquier situación.
  • Mantener una comunión efectiva con el Señor: La revelación viene por escuchar a Dios.
  • Soltar el pasado y erradicarlo: No podemos traer los fracasos del pasado a las bendiciones presentes.
  • Diferenciar entre el error y el pecado: Ambos deben ser entregados en la presencia del Padre.
  • Entender que Dios te llamó y te escogió: Reconocer tu identidad en Cristo.
 

Tomemos conciencia de nuestras acciones en casa, identifiquemos las plagas, armémonos de entendimiento espiritual y saquemos el nido que ha colocado el enemigo. ¡Velemos cuidadosamente por nuestra vida, nuestra familia y nuestra iglesia!