«Cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún descanso, sino que nos vimos acosados por todas partes; conflictos por fuera, temores por dentro»
2 Corintios 7:5 | Nueva Versión Internacional
¿Te has sentido acosado por todas partes? ¿Situaciones, problemas, cada cosa parece empeorar? ¿Muchos conflictos tocan a tu puerta?
El apóstol Pablo resume, en unas pocas palabras, uno de sus largos episodios difíciles en su caminar ministerial.
Este evento transitorio, pero agobiante, despertó en él emociones tóxicas como el miedo, que le hicieron verse en el ojo del huracán, quizá dudar o querer renunciar, pero él fijó su mirada en la meta.
Lo que tú y yo vivimos hoy, es posible que sea tan difícil, que despierte emociones poco apropiadas. De no centrarnos en el “por qué” y “para qué” estamos en esta vida, podríamos flaquear, quitar nuestra mirada del autor de nuestra fe y renunciar, pero si nos enfocamos en Él, sabremos que estas tormentas también pasarán.
El gran apóstol tuvo miedo, tú y yo también podríamos temer. No te ancles al temor, ánclate a la fe, no pierdas de vista la meta.
El galardón está al final, no hay galardón para los que renuncian.
Haz esta oración
Amado Señor, hoy me acerco a ti entendiendo que estoy en este mundo como un ejemplo de la fe. Ayúdame a crecer como testimonio de lo que haces, fortaléceme en los momentos más difíciles. En el nombre de Jesús, amén.
Amado y soberano Dios ayúdame siempre a fortalecer mi Fe que tu mirada no se aparte de mí te lo pido en el nombre poderoso de Jesús amén amén amén amén
Gracias Padre por tu preciosa Palabra.
Ayúdanos siempre a no negar nuestras emociones, sino validarlas para poder entregarlas a ti mi Señor. Que nunca se agote nuestra fe, amén.