«No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad».

Lucas 7:21-23 | Reina Valera 1960

Aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, nos congregamos en la iglesia, leemos la Biblia, pero ¿Tenemos intimidad con Dios? ¿Apartamos tiempo para estar en Su presencia?

La intimidad se define como una relación de amistad muy estrecha, donde las partes se conocen a profundidad. ¿Puedes decir que realmente conoces a Jesús?

Él sí nos conoce y nos ama, pero la amistad es una relación recíproca. Para desarrollarla debemos dedicar tiempo, interesarnos realmente en la otra persona. Cultiva la confianza y disfruta de su compañía.

¡Dedícate a cultivar tu amistad con Dios!

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Amado Señor, yo sé que tú conoces los deseos más profundos de mi corazón, pero hoy quiero esforzarme por conocerte a ti. Quiero desarrollar intimidad contigo. ¡Señor, quiero ser llamado tu amigo! En el nombre de Jesús, amén.

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Padre Ayúdame A Encontrarte Cada Segundo De Mi Vida y Cosechar Ese Lazo De Amistad Que Tú Me Has Dado Sin Condición Alguna
Enséñame A Regar Con Amor, Respeto y Dedicación Semillas De Paz y Conocerte Más y Más Cada Día

Quiero Ser Tu Amigo, Así como tú Eres mi Amigo Fiel

Padre mío, que terrible sería que un día me dijeras “yo no te conozco…” Papito amado que yo pueda siempre demostrarte mi amor obedienciendo tu voluntad.., ayudame a estar en tu presencia y no apartarme de ti jamás, revelame tu voluntad para mi vida y día a día fortaleceme para cumplirla con tus fuerzas Padre amado porque sola no puedo, dame sabiduría dame valentía, en el nombre poderoso de Jesucristo de Nazaret. Amén