«Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?».
Números 23:19 | Reina Valera 1960
En la Biblia encontramos muchas promesas de parte de Dios, decisiones voluntarias de realizar algo a favor de nosotros.
Estas promesas las podemos conseguir condicionadas, que requieren de obediencia o incondicionadas, que se cumplen porque así fue dispuesto.
Cuando recibimos una promesa se realiza un pacto donde confiamos en la fidelidad, rectitud y palabra de quien la emite, por eso decimos que el valor de una promesa se mide dependiendo de quién la haga. Ahora, ¿puedes imaginar cuánto valor tiene una promesa hecha por Dios conociendo quién es Él?
Busca Su Palabra y apodérate de cada una de sus promesas. ¡Están allí para ti! Decláralas en tu vida, son un regalo de amor para los que creen y confían en Dios.
¡Dios siempre cumple lo que promete!
Haz esta oración
Gracias Señor, porque cada día me das una nueva oportunidad. Tu amor es tan grande que me prometes bendiciones inmerecidas. Eres un Dios fiel y justo. Te alabo mi Señor. En el nombre de Jesús, Amén.
Gracias Padre porque es siempre tu deseo bendecirme, gracias por tu preciosa y bendita Palabra, gracias por tus promesas que direccionan mi vida, gracias por tu gracia Papá.
Gracias amado y soberano Dios por tus promesas gracias porque todo lo que haces en mi es para llevarme a la tierra prometida que tienes para mí gracias por tus misericordias que son nuevas cada mañana amén amén amén amén amén amén amén
Mi Padre Amado eres Poderoso grande maravilloso por q cada día me das una nueva oportunidad de vida tu Amor es tan inmenso q me prometes Bendiciones eres un Dios Misericordioso te alaba mi Padre En el nombre de Jesús Amén
Comencé a leer sus artículos, son de bendición, excelentes para evangelizar.
Su redacción y ortografía, valga la redundancia, es excelente, tocando la perfección, por favor, continúen así. Accedo a otras aplicaciones cristianas y observó mucha debilidad ortográfica, es un desastre; los exhorto encarecidamente a corregir y mejorar.
Estamos llamados a dar buen testimonio en todo.
Dios los bendiga.
Continúen así.