«El corazón del justo piensa para responder; Más la boca de los impíos derrama malas cosas».
Proverbios 15:28 | Reina Valera 1960
Cuando hablamos con otras personas nuestras palabras son como aguas derramadas, una vez que las soltamos ya no podemos recogerlas.
Muchas veces reaccionamos ante situaciones, circunstancias y eventos que nos toman por sorpresa, y en vez de pensar antes de hablar, decimos cosas sin pensar, ¡Después viene el arrepentimiento!
Pensar antes de responder es una virtud aplicada por aquellos que han adquirido sabiduría, la cual es clave para crecer en este principio. Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (San 1:5)
Antes de contestar, no importando la provocación, preguntémonos: ¿Mis palabras van a edificar o van a destruir? Si la respuesta es la segunda, entonces guarda silencio.
¡Aun el tonto pasa por sabio cuando guarda silencio!
Haz esta oración
Señor, sobre todas las cosas guarda mi corazón porque de él emana vida. Permíteme pensar antes de actuar, que mis respuestas sean para construir relaciones sanas. En el nombre de Jesús. Amén.
Padre danos sabiduría para pensar antes hablar, en todo momento y circunstancia.