«Él subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó y desde la barca le enseñaba a la gente».
Lucas 5:3 | Nueva Biblia Viva
Luego de una jornada de trabajo larga e infructuosa, Simón se encuentra a la orilla del lago, sin un pez, lavando sus redes y preguntándose: ¿Qué fue lo que pasó? ¿A qué viene todo esto?
Jesús entra en escena, y juntamente con él una multitud deseosa de escuchar la Palabra de Dios. Él ve dos barcas, y no por casualidad escoge la de Simón; la cual sería aquella mañana el púlpito desde donde se predicaría el mensaje que cambiaría la vida de muchos.
¿Has tenido algún momento infructuoso? Donde luego de horas, días, quizá meses o años, sientes que después de tanto esfuerzo y trabajo duro, los resultados son nulos en algún área de tu vida. Pues, hay unos planes que quizás ignores, pero que han de manifestarse a tu favor: los planes de Jesús.
Simón había sido escogido, separado de la multitud. Jesús estaba en su barca, había predicado a muchos y estaba a punto de introducir a Simón en un nivel de promoción no imaginado antes: la pesca milagrosa. Simón no entendía, pero Dios estaba usando su peor momento para manifestar sus planes insospechados.
Tú también fuiste escogido por Jesús. Él te separó de la multitud y quiere, desde tu vida, predicar un mensaje de esperanza y vida para otros. ¡Pero también quiere introducirte a un nuevo nivel de promoción nunca antes imaginado! ¿Lo crees?
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Amado Padre, vengo a ti para darte gracias por cada momento de mi vida. Sé que tienes planes de bien que sobrepasan mi lógica y tiempos. Glorifica tu nombre y usa mi vida como el púlpito para hablar a otros, dar esperanza y vida. En el nombre de Jesús, amén.
🙏 gracias señor Amén 🙏❤️