«Por eso no tienes disculpa, tú que juzgas a otros, no importa quién seas. Al juzgar a otros te condenas a ti mismo, pues haces precisamente lo mismo que hacen ellos».
Romanos 2:1 | Dios Habla Hoy
Un matrimonio de ancianos miraban por su ventana a la vecina tendiendo sus sábanas recién lavadas. La esposa dice: – Qué sábanas tan sucias, ¡Será que no sabe lavar!
Desde aquel día se hizo costumbre para los ancianos criticar la ropa sucia de su vecina.
Una mañana la esposa se sorprendió al ver a su vecina tendiendo las sábanas blancas, limpias y como nuevas, en seguida le dijo a su marido: – ¡La vecina por fin aprendió a lavar!
El marido con lágrimas en los ojos le respondió: – Hoy me levante más temprano que tú, habían llamado a la puerta y cuando la abrí era la vecina. Ella me dijo con cierta vergüenza: – ¿Saben que tienen muy sucios los cristales de su ventana? Yo sé que son muy ancianos, por eso me gustaría ayudarlos. Entonces entró y los limpio.
Una historia para reflexionar porque Juzgar es fácil, pero trae consecuencias eternas; Amar es difícil, pero trae beneficios eternos. ¡Decide hoy amar!
Haz esta oración
Padre Amado, entra y limpia mi corazón. Enséñame a amar sin juzgar. Ayúdame Señor a corregir todo lo que no te agrada de mí, a controlar mis pensamientos. Dame una mente benigna. En el nombre de Jesús, amén.
Señor, ayúdanos a ser personas que aman antes que juzgar.