«Estuvo ciego tres días, sin comer ni beber nada.»
Hechos 9:9 | Nueva Versión Internacional
Solemos ver todo lo poco favorable en la vida como algo negativo. Rechazamos a toda costa el paso por crisis, enfermedades o tramos de dificultad en cualquier área de nuestras vidas.
Siendo honestos, todos queremos lo mejor de la vida al menor costo posible, pero nuestro propósito en Dios siempre nos llevará más allá de los linderos de nuestra comodidad y seguridad.
Saulo acababa de tener un encuentro con Jesús, su corazón estaba rendido de manera genuina y cuando todo debería estar mejor ¡Queda ciego! Esto no tiene sentido.
¡Saulo no te preocupes! Esto no es más que un mal pequeño incómodo y temporal, pero que desarrollará en ti un bien mayor placentero y eterno.
Dios no se goza, ni disfruta de nuestras experiencias dolorosas; Él no envía enfermedades, crisis ni tribulaciones, Él las permite. Toda tribulación momentánea que Dios permite en nuestras vidas desarrollará algo dentro de nosotros que producirá un mayor peso de gloria (2 Corintios 4:17).
Haz esta oración
Padre, hoy quiero darte gracias porque mi vida está en el hueco de tu mano. Usa los recursos necesarios para desarrollarla e impulsa mi propósito para dar fruto y mucho fruto para tu reino. Amén
Amado padre celestial gracias por tomarme de tu mano y sostenerme por apartarme guía mis pasos para que mis pies no caigan e inunda mi vida de tus frutos para llevarlos a la tierra que me has prometido amén amén amén amén amén te amo Jesús
¡Amén, Arney! Dios te conceda cada petición de tu corazón conforme a Su voluntad
Amen. En tus manos estoy confiada mi Dios amado en el nombre sobre todo mombre de Cristo Jesus amen y amen 🙏
Así es, Flor. Dios nos tiene en el hueco de Su mano, confiemos plenamente en Él.