«Con sus plumas te cubre, y bajo sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es su fidelidad».
Salmo 91:4 | Nueva Biblia de las Américas
Cuando enfrentamos dificultades solemos experimentar cómo nuestras emociones y sentimientos se encuentran generando en nuestro interior incertidumbre, inseguridad, preguntas que requieren respuestas; y así un sin número de pensamientos, que al final solo buscan desorientarnos y empujarnos a que perdamos el enfoque de nuestra verdadera identidad.
Como hijos de Dios tenemos una promesa: en medio de cualquier dificultad, Él nos cuidará bajo sus alas.
Siempre ten presente que no somos huérfanos, sino hijos; hijos de aquel que por Amor entregó a su unigénito a morir en la cruz por nosotros.
Si por causa de la prueba, las situaciones difíciles, la enfermedad, sientes desmayar, hoy te recuerdo que nuestro Padre nunca te ha dejado. Él tiene sus ojos puestos sobre ti. Él ha visitado tu futuro y ha venido a decirte, en este tu presente, ¡que ya has vencido!
Haz esta oración
Amado Padre, gracias por tu infinito amor. Gracias por recordarme que estoy protegido bajo tus alas y que nunca me dejarás. Reconozco que en ti estoy seguro. En el nombre de Jesús, amén.
Amén amén ! ! Gracias Señor por tu infinito amor y tu inquebrantable fidelidad , por estar en cada una de las estaciones de mi vida y haber extendido tus alas de proteccion y salvacion sobre cada una de ellas,dándome tu consuelo, fortaleza y protección .