Bendita oración

«También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar».

Lucas 18:1 | Reina-Valera 1960

Cuando hablamos acerca de la oración, siempre se dice que es la cenicienta de la iglesia, y cuando vemos la realidad no está lejos de la verdad. El entusiasmo por recibir palabras proféticas, por recibir invitados nacionales e internacionales es muy evidente, pero cuando decimos: “vamos a orar”, el entusiasmo se agota.

Muchos suelen venir a la oración solo cuando tienen problemas, y esta es una realidad de nuestros días.

Pero Jesús nos enseña, a través de su Palabra, la importancia que debe tener el orar en nuestras vidas. Debemos orar siempre, y como ejemplo tenemos a Jesús, quien fue un hombre dedicado a la oración y sus frutos fueron más que visibles.

La oración es el medio por el cual podemos glorificar al Padre y tener comunión con él (Mt 6:9), nos enseña que debe ser insistente y sin desmayar (Lc 18:1), que debemos orar en todo tiempo (1 Ts 5:17).

A través de la oración podemos velar para no caer en tentación (Mt 26:41), además cuando oramos podemos presentar nuestras peticiones (Mt 7:7-11), esta es la mejor defensa contra la ansiedad (Fil 4:6). ¡Bendita oración!

Si tu hablas con Dios,
las cosas cambiarán, orando.
Cualquier necesidad,
Dios la resolverá, orando.
Descansad en el Señor,
las penas mitigad, orando.
Bendita oración,
yo puedo hablar con Dios, orando.

Stanislao Marino – Bendita Oración

Haz esta oración

Padre nuestro, bendigo y santifico tu nombre. Haz de la oración mi mayor anhelo y que cada tiempo oportuno en mi vida pueda ser dedicado a orar y velar, insistente y fervientemente, hasta tener la victoria y vencer toda tentación. En el nombre de Jesús, amén.