Da gracias a Dios en todo

¿Ya hiciste tu inventario de este año? No de las cosas materiales, sino de lo que has vivido; las cosas buenas y las no tan buenas que has experimentado, las bondades y virtudes que has recibido de Dios: misericordia, fidelidad, amor, provisión, seguridad, protección, etc.

Sin duda alguna, este año has visto a Dios obrar y manifestarse cada día en ti, en tu matrimonio, en tu familia, en tus estudios, en tu empleo, en el emprendimiento; en algún área de tu vida, su fidelidad nunca te dejó, más bien, aunque hayas atravesado cualquier cantidad de circunstancias, hoy estás de pie y es solo gracias a Él.

Dar gracias a Dios no es una acción que nace cuando todo está bien, es un hábito que se desarrolla en el corazón de los hijos e hijas, que saben que hasta aquí Él los ha ayudado, aunque su realidad sea turbia, el cielo este gris o se esté caminando en un valle de sombras y de muerte.

Cada día nuevo es una página en blanco que puede ser grabada con palabras de agradecimiento. Da gracias a Dios en todo y por todo hoy; tienes vida, puedes respirar, entonces, esto es un gran motivo para dar gracias a Él.