En su bondad
Debes tener la certeza de que no estás en esta tierra por estar, sino que Dios te permitió nacer y existes para este tiempo porque en su bondad eres la respuesta a una necesidad.
Reflexiona en este versículo
«A cada persona, Dios le ha concedido, en su bondad, el don de realizar cierta tarea. Así que si Dios te ha dado el don de profetizar, ejercítalo de acuerdo con la proporción de la fe que posees. Si tienes el don de servir a los demás, sirve bien; si eres maestro, sé un buen maestro; si tienes el don de animar a otros, anímalos; si Dios te ha puesto para ayudar a los necesitados, hazlo generosamente; si Dios te ha concedido ser líder, dirige con mucha dedicación; y si tienes el don de mostrar compasión, hazlo con alegría».
Romanos 12:6-8 | Nueva Biblia Viva
El Señor te escogió para este tiempo y te dio una asignación que es un don que viene de Él. Es solo por su bondad que estás en una familia, en un lugar de trabajo, en una iglesia.
Él te creó con características especiales, para ser la respuesta a una necesidad en ese lugar. No estás allí por casualidad, no naciste en esa familia por error, no por azar te eligieron en tu trabajo o de tantas iglesias que existen, estás en la tuya por coincidencia. Hay una tarea que hacer allí, por lo que es necesario realizarla.
Debes tener la certeza de que no estás en esta tierra por estar, sino que Dios te permitió nacer y existes para este tiempo porque en su bondad eres la respuesta a una necesidad.
Dios te permite ser la respuesta a la oración de alguien que le pide una palabra, un servidor genuino, un buen maestro que le enseñe sus Escrituras. El desanimado pide por alguien que le dé ánimo; alguien clama por un generoso que le brinde ayuda, por alguien dedicado que le muestre compasión, y allí estas tú, por su bondad, ¡Tú eres la respuesta!
Toma un tiempo para orar
Gracias, Padre, por tu bondad. Quiero hacer la tarea que me has encomendado para este tiempo con diligencia y dedicación, sabiendo que tú me permitiste nacer y estar en mi familia y lugares por asignación divina, para ser tu respuesta a una necesidad. Lo creo, en el nombre de Jesús, amén.
Gracias por ser de bendición