Falsos refugios
Reflexiona en este versículo
«Esperad en él en TODO tiempo, oh pueblos. Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio».
Salmos 62:8 | Reina-Valera 1960
Tener un lugar seguro donde poder descansar, representa un refugio donde nos sentimos cómodos y en confianza. Eso es lo que brindan los refugios: calidez, seguridad, tranquilidad de sentirnos plenos porque es algo conocido.
Pero a veces los refugios van más allá de espacios físicos y se vuelven personas o situaciones; y nos acomodamos allí; los convertimos en vías de escape de realidades incómodas, y hasta en moradas.
Los falsos refugios pueden ser amigos, hermanos de la iglesia, líderes o pastores, trabajos, emprendimientos, mentiras, vicios, incluso un carro, ropa o maquillaje, hay tantas cosas en las que podemos refugiarnos que comienzan a ser un problema para nuestra vida, y para lo que Dios está haciendo en y a través de nosotros.
Y es que ese refugio lo construiste tú, con tus ideales, intereses y expectativas, y no está fundamentado en la Verdad, que es Cristo Jesús.
¿En qué cosas o personas estás depositando tu confianza plena y haciéndolo tu lugar seguro? Aprendamos a depender de Dios, nuestro verdadero refugio.
Toma un tiempo para orar
Señor, quiero derramar mi corazón delante de ti, reconociendo que solo tú eres mi lugar seguro, mi refugio. Ayúdame a ser una morada agradable para ti, Señor. Quita de mí toda dependencia emocional y enséñame a descansar en ti. Te amo, mi Dios.