
«Y al día siguiente el pueblo se levantó temprano y edificaron allí un altar y ofrecieron holocaustos y ofrendas de Paz».
Jueces 21:4 | La Biblia de las Américas
Después de haber llorado, quizá, durante toda una noche por situaciones que has tenido que enfrentar, debes tomar acciones y presentarte delante de Dios.
El pueblo de Israel también había tenido una pérdida, y alzaron su voz e hicieron gran llanto, sin embargo, al día siguiente tomaron la mejor decisión: se levantaron y edificaron un altar.
Cuando atravesamos situaciones difíciles como la pérdida de un ser querido, una estafa, un engaño, el despido del trabajo, un diagnóstico médico, el divorcio; nuestra fe en Dios se pone a prueba.
Durante la dificultad, es necesario tomar la decisión de levantarse temprano, colocar a Dios en primer lugar como muestra de total dependencia en él, edificar un altar declarando rendición en su presencia, adorarle y bendecirle. Ofrecerte como holocausto vivo, como ofrenda de paz agradable para que él pueda obrar en la sanidad interior y restauración de tu vida.
Como Padre, él desea verte en plenitud, disfrutando de su presencia al levantarte cada mañana.
Conviértete en ese altar todos los días para Dios.

Haz esta oración
Padre, te doy gracias por estar conmigo durante los momentos más difíciles de mi vida. Ayúdame a tomar las acciones necesarias para ser ese altar donde puedas morar y sanar. Quiero corresponder a tu amor y anhelo; cada mañana quiero encontrarme contigo. En el nombre de Jesús, amén.
Gracias