Necesito un encuentro con el Dios vivo
Debemos reconocer como niños que le necesitamos como Padre. Ser intencionales en encontrarnos con él. Reconoce hoy: necesito un encuentro con Dios
Reflexiona en este versículo
«Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?».
Salmos 42:2 | Reina-Valera 1960
La vida de un cristiano debe girar en un eje común: vivir día a día un encuentro con el Dios vivo, su Padre, su Señor.
Así como deseamos la comida y el agua a diario ¿Deseamos estar con nuestro Señor? ¿Está nuestra alma sedienta de su presencia? ¿Le anhelamos tanto como el aire que respiramos?
Nuestras respuestas a estas preguntas, deberían darnos un diagnostico clave, para saber en qué parte de nuestra trayectoria estamos y a dónde deseamos llegar con Jesús.
Nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo, fueron creados para vivir un encuentro con el Dios que los creó. Lamentablemente el pecado, corrompió nuestro diseño; pero gracias al sacrificio de Jesús en la cruz y el acompañamiento del Espíritu Santo, estamos inspirados a vivir el plan original y reconocer que necesitamos experimentar hoy algo nuevo de su mano.
Debemos reconocer como niños que le necesitamos como Padre. Ser intencionales en encontrarnos con él, con su santidad, con su perfección. Él nos está esperando. Búscale a diario; vive para él; preocúpate por estar con él; esto es imprescindible para tu vida. Él lo anhela, la pregunta es ¿Tu lo anhelas?
Toma un tiempo para orar
Amado Padre y Dios mío, te necesito, te anhelo, te quiero más y más. Permíteme tener hoy y a partir de hoy, un tiempo en el que pueda encontrarme contigo; beber de tus aguas, comer de tu pan, recibir tu Palabra y tener comunión contigo. Amén
