«No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús».
Filipenses 3:13-14 | Nueva Traducción Viviente
Hoy al vernos, podemos decir que no somos iguales que antes, nos hemos alejado de lugares, personas y prácticas, cosas que antes eran normales ahora son inimaginables, y cosas que antes nos eran extrañas, se han convertido en nuestro diario vivir. Se podría decir, que desafiamos las probabilidades de aquello que se esperaba de nosotros.
Llegamos al Señor llenos de miedos e inseguridades, considerándonos sin dones ni talentos, sin virtudes destacables; pero en Dios, todo eso queda anulado.
Y no, no hemos alcanzado la meta, seguimos fijando nuestra mirada en lo que está por delante, pero de algo debes estar convencido: Dios te escogió. No por lo que tenías, ni por lo que crees que sabías, aun antes de conocerlo y aceptarlo como tu Señor, ya toda tu vida estaba en sus planes para un propósito eterno, hay un premio celestial para ti.
¡Eres valiente! Desafiaste todas las probabilidades. No eres el mismo que ayer, olvida tu pasado y fija tu mirada en la meta.
Haz esta oración
¡Gracias, mi Señor! Gracias porque me llamaste con un propósito eterno, con una promesa celestial. Ayúdame a avanzar hasta llegar al final, declaro que en ti soy más que vencedor. En el nombre de Jesús, amén.
Demasiado bueno este mensaje .
No soy las misma de antes. Amén. Glorifico a Dios por cómo perfecciona Su obra en mi vida cada día. ¡Gracias, Señor, por esta Palabra!
El amor que Dios tiene con nosotros es único y yo si tengo la fe en Jesús que el salva y restaura vida y asi lo estará haciendo con y mi familia y conmigo gracias a ustedes por esa palabras de aliento para cada uno de nosotros que dios los bendiga siempre amén