Nuestro único Señor
Reflexiona en este versículo
«Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas».
Mateo 6:24 | Reina-Valera 1960
Nuestro mayor mandamiento es amar a Dios sobre todas las cosas; y él debe ser el único Señor a quien servimos. Pero el enemigo se ha encargado de poner a otros señores como las redes sociales, plataformas de streaming, el trabajo, las riquezas y la lista puede continuar de todas aquellas cosas que están ocupando el lugar más importante de nuestra vida y que hoy nos pueden restar tiempo con nuestro Padre celestial.
Estemos vigilantes y no permitamos que nada tome el lugar de Jesús en nuestras vidas. Sobre todo, tener sumo cuidado con las riquezas terrenales, posesiones materiales, ya que podríamos llegar a poner la confianza en ellas y no en Dios; podríamos preocuparnos más en hacer riquezas en la tierra y no en los cielos, pensando que son éstas las que proveen para nuestra alimentación, educación, salud y demás necesidades.
Jamás olvidemos que el Señor es nuestro proveedor y nada nos faltará si ponemos nuestra confianza en Él.
Todo lo terrenal pasará, morirá o se dañará, pero Jesús siempre estará ahí para los que confíen en Él. Que hoy nuestro deseo sea amar a Dios por sobre todas las cosas, ponerlo como nuestro único Señor y servirle solo a Él.
Toma un tiempo para orar
Mi Dios, gracias por tu amor y misericordia. Hoy te pido perdón si he servido a otros señores y no a ti. Renuncio a todo lo que me impide poner mi confianza en ti. Te amo y declaro, en el nombre de Jesús, que tú eres mi único Señor. Amén
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